En los últimos días, el mercado global ha sufrido el impacto de las políticas arancelarias de Estados Unidos, pero en el caso de NVIDIA, los problemas van más allá. La compañía no solo enfrenta obstáculos por las tensiones comerciales, sino también por las recientes restricciones impuestas a la venta de sus chips H20 en China. Sin embargo, todo indica que el gigante tecnológico ya trabaja en un plan para mitigar las pérdidas.
La semana pasada, NVIDIA vio evaporarse miles de millones de dólares en valor bursátil tras una decisión del gobierno estadounidense. Washington prohibió la venta en China de los chips H20 —diseñados específicamente para ese mercado— sin una licencia especial. Esta medida afectó de forma inmediata los acuerdos comerciales ya firmados y dejó en pausa una parte importante del inventario, que estaba listo para atender la alta demanda del mercado asiático.
Uno de los grandes desafíos que enfrenta actualmente NVIDIA es la limitación de su alcance en un mercado clave. Si bien cuenta con un fuerte respaldo en Occidente, la compañía también ha mantenido una sólida presencia en China. En los últimos años, las crecientes restricciones han ido mermando sus exportaciones hacia el país asiático, aunque hasta hace poco aún se permitía la venta de versiones limitadas de sus chips para eludir los controles. Esa posibilidad quedó descartada la semana pasada, con la entrada en vigor de nuevas y más severas regulaciones.
Ante este panorama, el CEO de NVIDIA se desplazó a China para evaluar alternativas. Según informes, la empresa estaría considerando establecer una cadena de producción local para sus chips de inteligencia artificial, una estrategia que permitiría sortear las restricciones de exportación impuestas por EE. UU. La idea sería fabricar los chips H20 directamente en territorio chino, lo que evitaría la necesidad de licencias estadounidenses.
El medio taiwanés CTEE ha reportado que NVIDIA estaría explorando una colaboración con la empresa tecnológica china DeepSeek, conocida por su rápido ascenso en el sector. La asociación permitiría a NVIDIA contar con una cadena de suministro completamente establecida en China, desde el nodo de procesamiento y el ensamblaje, hasta la producción de memoria HBM, clave para este tipo de chips avanzados.
La presión por mantenerse competitiva en el mercado chino se ha intensificado, sobre todo tras el resurgimiento de Huawei como actor dominante, impulsado en parte por las restricciones impuestas a empresas extranjeras. En este contexto, la instalación de una cadena de producción local aparece como una de las soluciones más viables para que NVIDIA conserve su participación en el que sigue siendo uno de los mercados más relevantes del mundo.
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