China ha ordenado a sus aerolíneas nacionales suspender la recepción de nuevos aviones del fabricante estadounidense Boeing, en una medida que intensifica aún más las tensiones en la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo, según informó Bloomberg este martes.
La decisión llega en un momento especialmente delicado: pocos días después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, impusiera aranceles de hasta el 145 % sobre una amplia gama de importaciones chinas. Pekín respondió rápidamente con gravámenes del 125 % sobre productos estadounidenses, profundizando la confrontación comercial.
Fuentes citadas por Bloomberg señalan que el gobierno chino también ha instruido a sus aerolíneas a suspender la compra de equipos y repuestos de aviación provenientes de empresas estadounidenses, un duro golpe para Boeing, que ya venía perdiendo terreno en el mercado chino.
Los nuevos aranceles impuestos por Pekín encarecen drásticamente el costo de los aviones y sus partes fabricadas en EE. UU., lo que podría dejar fuera de competencia a Boeing frente a sus rivales internacionales. En respuesta, el gobierno chino estaría evaluando medidas de apoyo para las compañías que actualmente alquilan aviones Boeing y enfrentan un aumento en sus costos operativos.
Aunque Boeing había esquivado las tarifas en rondas anteriores de la guerra comercial durante el primer mandato de Trump (2017-2021), su presencia en el mercado chino se ha debilitado notablemente. Mientras que en 2022, el 25 % de sus entregas internacionales se destinaban a China, en 2023 esa proporción cayó al 9 %. Analistas ya venían advirtiendo que el sector aeronáutico estadounidense era uno de los más expuestos a una escalada comercial.
Con este nuevo giro, Boeing —con sede en Arlington, Virginia— podría ver cómo sus aviones se vuelven menos competitivos frente a los modelos de Airbus, su rival europeo, y de la fabricante estatal china COMAC, que gana terreno en el mercado doméstico con apoyo gubernamental.
La medida coincide con la gira del presidente chino Xi Jinping por el Sudeste Asiático, donde ha defendido con firmeza el libre comercio y ha presentado a China como un actor de “estabilidad y certidumbre” en un “mundo turbulento”.
Durante su visita a Vietnam el lunes, Xi se reunió con el secretario general del Partido Comunista, To Lam, y destacó que tanto China como Vietnam, como beneficiarios de la globalización económica, deben “oponerse juntos a los actos unilaterales de intimidación” y defender el sistema de libre comercio global.
El presidente Trump reaccionó con dureza a esa reunión, acusando a ambos países de “intentar averiguar cómo jodemos a los Estados Unidos de América”.
Xi continúa su gira este martes en Kuala Lumpur, Malasia, donde se espera que aborde un nuevo acuerdo de libre comercio entre China y los diez países miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN). La gira concluirá en Camboya.
Por su parte, el secretario general de la ASEAN, Kao Kim Hourn, adelantó en declaraciones a medios chinos que el acuerdo prevé eliminar numerosos aranceles entre China y los países del bloque: “Reduciremos más aranceles a cero en muchos casos y los ampliaremos a todos los sectores”, señaló.
Durante un discurso el lunes, Xi advirtió que el proteccionismo “no lleva a ninguna parte” y que, en una guerra comercial, “no habrá ganadores”, en una clara alusión a las recientes decisiones de Washington.
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