Uno de los principales desafíos en la industria de los videojuegos es la elevada potencia que requieren muchos títulos actuales para ejecutarse correctamente en un ordenador. Esta necesidad, sin embargo, no siempre responde a la complejidad de los juegos, sino más bien a la escasa optimización de los recursos por parte del sistema operativo más utilizado: Windows. En este contexto, SteamOS se perfila cada vez más como una alternativa atractiva para los jugadores.
La mayoría de los usuarios de Steam utilizan Windows, un sistema operativo diseñado originalmente para un uso general. Con el tiempo, ha ido incorporando mejoras para adaptarse a la creciente demanda del sector gaming. Sin embargo, sigue arrastrando una serie de funciones y procesos innecesarios que impactan negativamente en el rendimiento durante las sesiones de juego. Por esta razón, cada vez más usuarios comienzan a experimentar con otros sistemas optimizados específicamente para jugar, como SteamOS, que hasta ahora se presenta como una de las opciones más prometedoras.
Hoy en día, gastar más de 2.000 euros en un equipo para jugar con garantías se ha vuelto una expectativa poco realista para muchos. El problema no es solo la falta de optimización de algunos videojuegos, sino también el papel que juega el sistema operativo en el rendimiento general. Procesos en segundo plano, mala gestión de recursos y otros factores propios de Windows limitan la potencia del hardware, algo con lo que muchos usuarios ya se han resignado a convivir.
Ahora bien, ¿y si te dijéramos que es posible jugar con fluidez en un portátil de 300 o 400 euros que no ha sido diseñado para gaming, con especificaciones modestas y una gráfica integrada? Aunque parezca increíble, es una realidad gracias a SteamOS. Así lo ha demostrado el creador de contenido ETA PRIME en su canal de YouTube, donde se ha dedicado a instalar el sistema operativo de Valve en diversos dispositivos para comprobar su rendimiento. Hasta el momento, los resultados han sido sorprendentes.
En uno de sus vídeos más recientes, ETA PRIME prueba varios juegos en un ASUS Vivobook Go 14, equipado con un procesador Ryzen 7302U de 4 núcleos y 8 hilos, una gráfica integrada 610M y apenas 8 GB de RAM. En títulos con una carga gráfica moderada, como Hades 2 o Left 4 Dead 2, el portátil es capaz de mantener 60 FPS estables. Incluso en juegos más exigentes o peor optimizados, como Kingdom Hearts 3, el sistema ofrece una experiencia fluida, aunque con los gráficos al mínimo.
Es evidente que su rendimiento no alcanza al de una Steam Deck, que tiene un precio similar, pero también hay que considerar que el portátil cuenta con un hardware mucho más limitado. Aun así, lo logrado con SteamOS es una muestra clara de cómo un sistema operativo bien optimizado puede marcar la diferencia, incluso en equipos económicos.
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