La gran novedad de WhatsApp en los últimos años es el círculo azul, una función que llegó recientemente a Europa y que probablemente ya habrás notado en la pantalla de tu móvil. El problema es que no se puede quitar. La buena noticia, al menos para quienes no la utilizan, es que Europa ya le ha echado el ojo.
Desde que la Unión Europea introdujo cambios regulatorios que marcaron un antes y un después para WhatsApp, la aplicación ha sido catalogada como una «plataforma en línea muy grande». Esto implica que estará sujeta a una supervisión más estricta, especialmente en lo que respecta a funciones que puedan comprometer la privacidad de los usuarios. En este contexto, el círculo azul de Meta AI está en el centro de la polémica.
Este círculo azul no es otra cosa que Meta AI, la inteligencia artificial desarrollada por la empresa estadounidense basada en su modelo Llama 3.2. Su función principal es generar texto y responder preguntas, similar a lo que hacen ChatGPT o Gemini de Google. Aunque su despliegue en Europa aún no está completo, los reguladores ya lo están examinando con atención.
El objetivo principal es comprobar si cumple con la normativa europea, según confirmó Veronika Cifrová, miembro del Parlamento Europeo, en una entrevista con The Standard. Lo curioso es que, el año pasado, Meta detuvo sus planes de implementación de IA en Europa, supuestamente para negociar con los reguladores y asegurarse de cumplir con la ley.
De hecho, la versión europea del chatbot de Meta aún no cuenta con todas las funciones disponibles en otras regiones. Aun así, ya ha despertado inquietud entre las autoridades, principalmente porque no se puede eliminar. Una vez que aparece en la interfaz del usuario, no hay forma de desactivarlo desde la aplicación. Eso sí, curiosamente, hoy ha desaparecido de algunos dispositivos.
Meta ha defendido que su IA recopila datos con el fin de «identificar patrones, como expresiones coloquiales o referencias locales, y no para identificar a personas o acceder a su información personal». Además, ha insistido en que su chatbot no accede a los mensajes privados, ya que estos están cifrados. Sin embargo, estos argumentos no parecen suficientes para calmar las preocupaciones de la UE.
Es comprensible que Meta quiera introducir su IA a toda costa, pero también tendrá que afrontar posibles sanciones por parte de los reguladores. Ya vimos cómo la Comisión Europea obligó a Apple a realizar cambios drásticos en el iPhone. Ahora falta ver si actuarán con la misma firmeza ante Meta AI. En Europa, las grandes tecnológicas no gozan de mucha simpatía cuando limitan la capacidad de los usuarios para desactivar funciones que podrían comprometer su privacidad.
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