El Gobierno de Estados Unidos anunció este martes nuevas sanciones contra una red de empresas e individuos de Irán, Emiratos Árabes Unidos y China, acusados de suministrar componentes para drones militares y misiles fabricados por el régimen iraní. La medida fue dada a conocer por el Departamento del Tesoro en coordinación con el Departamento de Justicia.
Según el comunicado oficial, esta red habría adquirido motores, piezas electrónicas y otros materiales para la empresa estatal iraní Qods Aviation Industries, fabricante de drones militares. También se habrían enviado insumos a otras dos compañías del sector armamentístico iraní: HESA, especializada en la fabricación de aviones y drones, y SBIG, responsable del desarrollo de misiles balísticos.
“La entrega de drones y misiles de Irán a grupos armados en Medio Oriente y a Rusia representa una amenaza directa para civiles, personal estadounidense y nuestros aliados”, afirmó el secretario del Tesoro, Scott Bessent.
Entre los sancionados se encuentra la empresa iraní Rah Roshd, acusada de adquirir motores y componentes electrónicos para el dron militar Mohajer-6, además de vender materiales por cientos de miles de dólares a las otras compañías militares iraníes. También fueron sancionados dos ciudadanos iraníes: Hossein Akbari, director de Rah Roshd, y Reza Amidi, exgerente comercial de la misma empresa y de Qods Aviation. Ambos enfrentan cargos en Estados Unidos por intentar obtener tecnología estadounidense para la producción de drones iraníes. Según los fiscales, continúan en libertad y fuera del país.
La investigación reveló que la empresa Infracom, con sede en Emiratos Árabes Unidos, actuó como intermediaria en la compra de motores y facilitó la relación con Zibo Shenbo, un fabricante chino de componentes que autorizó a Rah Roshd como su distribuidor oficial en Irán. Zibo Shenbo habría enviado miles de motores que, según el Gobierno estadounidense, terminaron en el programa de misiles iraní.
Otros sancionados incluyen a Abbas Yousefnejad, empleado de Rah Roshd responsable de la compra de piezas electrónicas como cables y motores, así como tres compañías emiratíes—Diamond Castle, Future Trends y Phenomena International—acusadas de facilitar los pagos internacionales dentro de la red.
Como resultado de estas sanciones, todos los activos y propiedades de los implicados en Estados Unidos o en posesión de ciudadanos estadounidenses quedan congelados. Además, cualquier empresa en la que estos individuos tengan al menos un 50% de participación también será bloqueada.
El Departamento del Tesoro advirtió que cualquier persona o empresa que realice transacciones con los sancionados, incluso fuera de Estados Unidos, podría enfrentar consecuencias legales. Asimismo, se prohíben las exportaciones o transferencias de productos estadounidenses a estos individuos y entidades.
Qods Aviation ya había sido sancionada en 2013 por su apoyo al Ministerio de Defensa iraní y su relación con la Guardia Revolucionaria Iraní, una organización militar de élite que Estados Unidos considera terrorista. Las otras compañías militares iraníes involucradas también han sido objeto de sanciones en años anteriores.
El Gobierno estadounidense explicó que estas sanciones buscan frenar el desarrollo de armas en Irán y evitar que sus drones y misiles lleguen a conflictos como el de Ucrania o a grupos armados en Medio Oriente.
Las autoridades recalcaron que esta medida forma parte de una estrategia sostenida para interrumpir la capacidad de producción y exportación de drones y misiles iraníes, considerada una amenaza directa para la estabilidad regional y la seguridad internacional.
Finalmente, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) aclaró que su régimen de sanciones permite la exclusión de la lista de nacionales especialmente designados (SDN List) si se cumplen las condiciones legales. Subrayó que el objetivo de estas sanciones no es meramente punitivo, sino inducir un cambio de comportamiento en los actores involucrados.
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