Durante las obras de renovación de un parque infantil en Inglaterra, los trabajadores hicieron un hallazgo sorprendente: más de 170 bombas de práctica de la Segunda Guerra Mundial enterradas bajo el suelo. El descubrimiento refleja cómo el legado del conflicto sigue presente, casi 80 años después de su final.
El primer indicio surgió el mes pasado, cuando obreros que excavaban en Scotts Park, en la localidad de Wooler, al noreste del país, encontraron dos bombas. Sin embargo, pronto se hizo evidente que el problema era mucho mayor de lo esperado. Según informó la BBC, en solo dos días se localizaron 155 artefactos en un área de 21 metros cuadrados, lo que llevó al Ministerio de Defensa británico a ordenar una inspección completa del lugar.
El ayuntamiento local confirmó que se trata de bombas de práctica, pero advirtió que aún contienen carga explosiva, por lo que su retiro debe ser realizado por expertos. Hasta el momento, el número total de artefactos encontrados asciende a 176.
El concejal de Wooler, Mark Mather, señaló que solo se ha inspeccionado un tercio del parque y que existe la posibilidad de hallar más municiones enterradas. A pesar de ello, el ayuntamiento tiene previsto seguir adelante con la renovación del parque infantil una vez que se garantice su seguridad.
Andrew Stewart, experto en la Segunda Guerra Mundial de la Universidad Nacional de Australia, explicó que este tipo de municiones eran utilizadas por la Guardia Nacional británica durante entrenamientos para repeler una posible invasión alemana. Aunque estas bombas de práctica contienen una carga menor que las bombas de guerra reales, aún pueden causar heridas graves si se manipulan de forma incorrecta.
El hallazgo en Wooler no es un caso aislado. En el Reino Unido, todavía es común encontrar explosivos sin detonar. Según un informe de la BBC de 2018, en los últimos ocho años se han neutralizado unas 450 bombas alemanas de la Segunda Guerra Mundial, a un promedio de 60 por año.
En febrero de este año, una operación militar en Plymouth, en el suroeste de Inglaterra, llevó a la evacuación masiva de residentes tras el hallazgo de una bomba de 500 kilos en el jardín de una vivienda.
Stewart cree que las bombas de Wooler fueron probablemente enterradas de manera apresurada por soldados al final de la guerra, ansiosos por regresar a casa. “Había mucho agotamiento en esa época”, explicó. Sin embargo, advirtió que, a medida que las ciudades sigan creciendo y expandiéndose, es posible que aparezcan más depósitos de municiones olvidados.
Leave a comment