Millones de migrantes siguen cruzando la frontera con los Estados Unidos, convirtiéndose en un colapso, junto con la ciudad de El Paso de Texas, puesto que dispone de un número limitado de recursos, llegando a un punto de ruptura en este momento.
En una reunión informativa, el alcalde demócrata Oscar Leeser declaró que aproximadamente 2.000 migrantes han sido detenidos cada día, añadiendo que la inundación ocurrida recientemente obligó a la ciudad a fletar cinco autobuses para llevar a los solicitantes de asilo a lugares como Nueva York, Chicago y Denver.
“Creo que es muy importante señalar que tenemos un sistema de inmigración totalmente roto“, dijo Lesser en una ciudad en donde hace pocas semanas se encontraban cruzando entre 350 y 400 personas, una fricción de las cifras actuales.
El Paso se encuentra preparándose para abrir un nuevo refugio de emergencia para tratar de manejar mejor la abrumadora afluencia, puesto que sus instalaciones existentes están a punto de reventar, según informaron las autoridades.
La llegada de los solicitantes de asilo en su mayoría son de nacionalidad venezolana, la cual forma parte de una oleada mayor de migrantes que han recorrido peligrosas rutas en autobuses y trenes de carga.