La decisión del Gobierno de EE.UU. de imponer un arancel secundario del 25% a los países que compren petróleo o gas de Venezuela ha puesto en la mira a sus principales aliados y socios, en especial a China, el mayor comprador de crudo de la nación sudamericana. En respuesta, Pekín ha instado a Washington a «dejar de interferir» en los asuntos internos de Caracas.
Según datos de las aduanas chinas, en 2023 Venezuela exportó 1,4 millones de toneladas métricas de petróleo al gigante asiático, posicionándose como su duodécimo mayor proveedor de crudo. Un análisis del Departamento de Energía de EE.UU. señala que China recibió el 69% de las exportaciones petroleras venezolanas, en el marco de acuerdos de «petróleo por préstamos» y estrategias para evadir sanciones previas a 2023.
El informe también destaca que la Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC) ha brindado asistencia técnica a Venezuela, lo que, junto con el regreso de proveedores de servicios petroleros locales y la importación de diluyentes desde Irán, ha permitido aumentar la producción de crudo desde 2021.
Este martes, el Gobierno chino reiteró su rechazo a la medida de Washington, aunque hasta el momento no ha confirmado si detendrá sus importaciones de petróleo venezolano.
India y España en el escenario petrolero
India, otro de los principales compradores de crudo venezolano, importó 22 millones de barriles en 2024, según el Departamento de Comercio indio. En enero de este año, sus compras alcanzaron los 254.000 barriles diarios (bpd), representando casi la mitad de las exportaciones totales de Venezuela, que ascendieron a 557.000 bpd. La mayor parte de estas operaciones fueron gestionadas por el conglomerado Reliance Industries.
Aunque el crudo venezolano representó menos del 2% de las importaciones totales de la India en 2024, su adquisición formó parte de la estrategia del país para diversificar sus fuentes de suministro y reducir la dependencia de una sola región. Reliance Industries, en particular, posee una de las pocas refinerías en la India capaces de procesar el crudo merey, un tipo de petróleo venezolano de alta densidad y alto contenido de azufre.
Por su parte, España también ha reforzado su relación energética con Venezuela. En 2023, el país sudamericano se convirtió en su octavo proveedor de crudo, con un 4,7% del total importado, según la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores). En abril del año pasado, la multinacional española Repsol y la estatal venezolana Pdvsa firmaron un acuerdo para expandir la explotación de yacimientos en una empresa mixta reactivada en diciembre de 2023, en la que la firma europea posee un 40% de participación.
El Gobierno español advirtió este martes que, si EE.UU. impone aranceles que afecten a sectores productivos españoles, Europa responderá con firmeza para proteger sus intereses comerciales.
Situación actual de la producción petrolera venezolana
A pesar de las sanciones y las fluctuaciones del mercado, la producción de petróleo en Venezuela se ha mantenido por encima del millón de barriles diarios por segundo mes consecutivo. Según un informe de la OPEP publicado el 12 de marzo, la producción cayó en febrero en 6.000 barriles diarios, alcanzando una media de 1.025.000 bpd, un 0,5% menos que en enero, cuando el país superó por primera vez el millón de barriles desde junio de 2019.
Con la mayor reserva probada de crudo en el mundo, Venezuela sigue buscando alternativas para mantener sus exportaciones y sortear las restricciones impuestas por EE.UU., mientras sus principales socios evalúan el impacto de los nuevos aranceles en sus economías.
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