El lunes, colonos israelíes agredieron a Hamdan Ballal, uno de los codirectores palestinos del documental ganador del Oscar «No Other Land», en la Cisjordania ocupada. Poco después, el ejército israelí lo detuvo, según relataron sus compañeros de dirección y otros testigos.
Ballal fue uno de los tres palestinos arrestados en la aldea de Susiya, de acuerdo con la abogada Lea Tsemel, quien los representa. La policía informó que los detenidos estaban siendo retenidos en una base militar para recibir atención médica. Sin embargo, el martes por la mañana, Tsemel declaró que no había podido comunicarse con ellos ni obtener más información sobre su paradero.
Basel Adra, otro de los codirectores, presenció la detención y describió cómo aproximadamente dos docenas de colonos, algunos enmascarados y armados, y varios con uniforme israelí, atacaron la aldea. Cuando llegaron los soldados, apuntaron sus armas a los palestinos mientras los colonos continuaban lanzando piedras.
«Desde que regresamos de los Oscar, hemos sufrido ataques diarios», declaró Adra a The Associated Press. «Esto parece una represalia por hacer la película. Se siente como un castigo».
El ejército israelí afirmó que detuvo a tres palestinos sospechosos de lanzar piedras contra sus fuerzas y a un civil israelí implicado en un «enfrentamiento violento» entre israelíes y palestinos, una versión que los testigos entrevistados por AP rechazaron. Según el ejército, los detenidos fueron entregados a la policía israelí para ser interrogados, mientras que un ciudadano israelí fue evacuado para recibir atención médica.
«No Other Land», galardonado este año con el Oscar al mejor documental, retrata la lucha de los residentes de Masafer Yatta para impedir que el ejército israelí destruya sus aldeas. Ballal y Adra, originarios de esa región, codirigieron la producción junto a los cineastas israelíes Yuval Abraham y Rachel Szor.
El documental ha recibido múltiples premios internacionales, comenzando con el Festival Internacional de Cine de Berlín en 2024. Sin embargo, también ha generado controversia en Israel y en el extranjero, como cuando la ciudad de Miami Beach propuso rescindir el contrato de arrendamiento de un cine que proyectó la película.
Adra relató que los colonos irrumpieron en la aldea el lunes por la tarde, poco después de la ruptura del ayuno diario del Ramadán. Uno de ellos, que según Adra ataca frecuentemente la aldea, se acercó a la casa de Ballal acompañado por soldados israelíes, quienes dispararon al aire. La esposa de Ballal escuchó cómo golpeaban a su esposo afuera mientras él gritaba: «Me estoy muriendo».
Posteriormente, Adra vio cómo los soldados se llevaban a Ballal esposado y con los ojos vendados, subiéndolo a un vehículo militar. En conversación telefónica con AP, afirmó que la sangre de Ballal aún manchaba el suelo frente a su propia puerta.
Otro testigo, que prefirió mantener el anonimato por temor a represalias, corroboró algunos detalles del relato de Adra.
Entre 10 y 20 colonos enmascarados, armados con piedras y palos, también atacaron a activistas del Centro para la No Violencia Judía, rompiendo ventanas de automóviles y pinchando neumáticos para obligarlos a huir. Josh Kimelman, un activista presente en el lugar, confirmó estos hechos a AP.
Un video proporcionado por el Centro muestra a un colono enmascarado empujando y golpeando a dos activistas en un campo polvoriento durante la noche. En la grabación, se escucha cómo las piedras impactan contra un vehículo mientras los activistas corren de regreso a su auto.
Israel ocupó Cisjordania en la Guerra de los Seis Días de 1967, junto con la Franja de Gaza y Jerusalén Oriental. Los palestinos aspiran a establecer un Estado en estos territorios, pero el crecimiento de los asentamientos israelíes es visto como un obstáculo clave para una solución de dos Estados.
Actualmente, más de 500.000 colonos israelíes viven en más de 100 asentamientos en Cisjordania, mientras que tres millones de palestinos están sujetos a un régimen militar israelí de duración indefinida. La Autoridad Palestina, respaldada por Occidente, administra los principales centros urbanos.
En la década de 1980, el ejército israelí designó a Masafer Yatta como zona de entrenamiento con fuego real y ordenó la expulsión de sus residentes, en su mayoría beduinos árabes. Aunque unas 1.000 personas han permanecido en la zona, los soldados israelíes ingresan regularmente para demoler viviendas, tiendas de campaña, tanques de agua y olivares, alimentando el temor a un desalojo total.
Desde el inicio de la guerra en Gaza, Israel ha intensificado sus operaciones militares en Cisjordania, causando la muerte de cientos de palestinos. También se han incrementado los ataques de colonos contra palestinos y los ataques de palestinos contra israelíes.
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