El presidente Donald Trump intensificó sus advertencias contra quienes vandalizan vehículos de Tesla. En una publicación en redes sociales el viernes, sugirió que aquellos condenados por dañar o destruir estos automóviles —incluidos ciudadanos estadounidenses— podrían ser enviados a prisiones de El Salvador.
«Quiero ver a esos matones terroristas enfermos cumpliendo 20 años de cárcel por lo que le están haciendo a Elon Musk y a Tesla», declaró Trump. Y agregó con ironía: «¡Quizás podrían cumplir su condena en las cárceles de El Salvador, que últimamente se han hecho famosas por sus encantadoras condiciones!».
En las últimas semanas, en varias ciudades se han registrado actos de vandalismo contra autos y concesionarios de Tesla, aparentemente como protesta por los planes de Musk de reestructurar el gobierno federal y despedir a una gran cantidad de empleados públicos. Hasta el momento, no se han reportado heridos graves.
El mes pasado, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ofreció encarcelar en su país a delincuentes convictos provenientes de Estados Unidos. En línea con esto, recientemente EE.UU. deportó a migrantes venezolanos acusados de pertenecer a una banda criminal, a pesar de que un juez federal ordenó que los vuelos de deportación regresaran con los detenidos. El juez ha prometido seguir investigando el caso y ha acusado a la administración de Trump de falta de cooperación.
Organizaciones de derechos humanos denuncian que las prisiones salvadoreñas, conocidas por su hacinamiento, albergan a decenas de miles de detenidos, incluyendo personas inocentes. En particular, el Centro de Confinamiento del Terrorismo, una de las principales instalaciones del sistema penitenciario salvadoreño, tiene capacidad para hasta 40.000 reclusos, algunos de ellos menores de edad.
Analistas señalan que una propuesta para encarcelar ciudadanos estadounidenses en otro país difícilmente resistiría el escrutinio de los tribunales.
Trump, quien anteriormente otorgó indultos a cientos de personas condenadas por el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, ha mostrado un interés especial en endurecer los castigos contra quienes atacan autos de Tesla. Su postura surgió después de que un periodista le preguntara en un evento en la Casa Blanca si los responsables de estos actos deberían ser considerados terroristas nacionales. «Lo haré», respondió Trump. «Voy a detenerlos».
Aunque en ese momento no se tomó ninguna medida, una semana después, la fiscal general Pam Bondi calificó estos ataques como «terrorismo interno».
El jueves, Bondi destacó que algunas detenciones recientes por incendios provocados estaban supuestamente vinculadas a un complot mayor, señalando que había personas «operando entre bastidores para coordinar y financiar estos delitos». A principios de semana, Trump insinuó en una entrevista con Fox News —sin presentar pruebas— que los actos vandálicos eran financiados por «gente de izquierda muy política», en sintonía con sus declaraciones previas sobre movimientos como Black Lives Matter y las protestas propalestinas en universidades.
Bondi, quien desarrolló una estrecha relación con Trump mientras ejercía como fiscal general de Florida, apoyó el indulto del presidente a los alborotadores del 6 de enero, incluidos aquellos condenados por delitos violentos y porte ilegal de armas. El FBI ha descrito a los responsables de ese ataque como «extremistas violentos domésticos».
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