Un nuevo socavón de 4.5 metros de ancho y profundidad ha vuelto a interrumpir el tráfico en la interestatal I-80, a la altura de Wharton, Nueva Jersey. Este tramo, afectado por hundimientos desde hace meses, enfrenta ahora un nuevo cierre total de carriles, lo que ha provocado atascos kilométricos y obligó a desviar el tránsito hacia la Ruta 15 en dirección norte.
Según NBC News, el colapso ocurrió durante trabajos de perforación en la mediana de la vía, lo que llevó a las autoridades a cerrar completamente ambos sentidos de la autopista como medida de precaución. “Estamos evaluando la situación”, informó un portavoz del Departamento de Transporte de Nueva Jersey (NJDOT), sin precisar cuándo podrían reabrirse las vías.
Un problema subterráneo sin solución a la vista
El origen de estos hundimientos parece estar relacionado con antiguas minas abandonadas bajo la carretera. La asambleísta estatal Aura Dunn confirmó a NBC News que estudios iniciales detectaron cerca de 90 cavidades bajo el tramo afectado, pero durante las reparaciones se han identificado casi el doble. “Es como un queso suizo; tenemos que tapar esos agujeros”, explicó.
Esta crisis no es nueva. En diciembre pasado, un socavón del tamaño de un edificio de cuatro pisos se abrió en la misma zona tras el colapso de otra mina. En marzo, el gobernador Phil Murphy declaró el estado de emergencia en el condado de Morris para agilizar los fondos federales necesarios para abordar los daños, pero los problemas persisten y las obras de estabilización continúan.
Hace apenas unos días, las autoridades intentaron aliviar la congestión reabriendo un carril hacia el este mediante un desvío en la vía oeste. Sin embargo, la aparición del nuevo socavón ha dejado esos planes en el aire. “Queremos hacer este trabajo de manera correcta y segura”, enfatizó Dunn, asegurando que, aunque las reparaciones sean molestas, la prioridad es evitar riesgos mayores.
Impacto en la comunidad y temor a más retrasos
El cierre prolongado no solo afecta a los conductores, sino también a los negocios locales. Comerciantes de la zona han denunciado a News12 que los desvíos y el tráfico están perjudicando gravemente sus operaciones diarias.
Mientras tanto, los trabajadores del NJDOT continúan con las reparaciones, aunque sin un cronograma claro para la reapertura total. Según las autoridades, no hay preocupación inmediata sobre la estabilidad de los carriles en sentido oeste, pero la situación sigue bajo constante monitoreo.
El cierre de la I-80 expone nuevamente la fragilidad de la infraestructura vial en áreas con actividad minera histórica. Cerca de la salida 34, los ingenieros han detectado un “vacío significativo” bajo los carriles este, lo que refuerza la gravedad del problema.
Entre el tráfico paralizado y la incertidumbre sobre cuándo terminarán las obras, la paciencia de los conductores y residentes está llegando al límite. Sin embargo, Dunn trató de tranquilizar a la comunidad: “Es un inconveniente mayor, pero me alivia saber que este proyecto prioriza la seguridad y que, hasta ahora, no ha habido heridos”.
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