Un informe de las Naciones Unidas concluyó que Rusia ha cometido crímenes de lesa humanidad, incluyendo desapariciones forzadas y torturas, como parte de un ataque sistemático contra la población civil en su guerra contra Ucrania.
La Comisión Internacional Independiente de Investigación de la ONU sobre Ucrania publicó esta semana su más reciente informe en línea y lo presentará formalmente el próximo martes ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
“La comisión ha determinado que las autoridades rusas han llevado a cabo desapariciones forzadas y torturas como crímenes de lesa humanidad”, señala el documento. Además, enfatiza que estos actos forman parte de un ataque generalizado y sistemático contra la población civil, llevado a cabo bajo una política estatal coordinada.
Este nivel de contundencia es poco común en las investigaciones de la ONU.
El informe detalla que un gran número de civiles fueron detenidos en áreas bajo control ruso y trasladados a centros de detención en territorios ocupados o en Rusia. Durante estas detenciones prolongadas, las autoridades rusas cometieron violaciones adicionales a los derechos humanos. Muchas víctimas han permanecido desaparecidas durante meses o años, y algunas han fallecido en cautiverio. Además, el informe destaca que Rusia ha ocultado sistemáticamente información sobre el paradero de los detenidos, con la aparente intención de privarlos de la protección legal.
Los prisioneros de guerra también han sido sometidos a torturas y desapariciones forzadas. La investigación concluye que Rusia ha aplicado estos métodos de manera sistemática para extraer información, coaccionar e intimidar a los detenidos. En los interrogatorios se emplearon formas especialmente brutales de tortura, y además, se utilizó la violencia sexual contra prisioneros varones.
El informe también documenta un número creciente de casos en los que tropas rusas han matado o herido a soldados ucranianos capturados o que intentaban rendirse, lo que constituye un crimen de guerra. Según testimonios de desertores rusos, existe una política de no tomar prisioneros y, en su lugar, ejecutarlos. Asimismo, el informe señala que tanto fuerzas rusas como ucranianas han cometido crímenes de guerra al atacar a soldados heridos con drones.
Por otro lado, el informe también examina violaciones de derechos humanos cometidas por las autoridades ucranianas contra personas acusadas de colaborar con Rusia.
Rusia inició su invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022. En respuesta, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU estableció en marzo de ese año un comité de alto nivel para investigar las violaciones y abusos cometidos durante el conflicto.
En el ámbito diplomático, el presidente estadounidense Donald Trump ha intentado negociar un acuerdo de paz para poner fin a la guerra. Este viernes, el gobierno ruso declaró que el presidente Vladimir Putin había enviado señales “adicionales” a Trump sobre un posible alto el fuego propuesto por Washington, aunque Moscú se mantiene “cautelosamente optimista” sobre la viabilidad de un acuerdo.
Tras tres años de conflicto, la investigación de la ONU destaca que las “profundas cicatrices” del conflicto son cada vez más evidentes en las víctimas, muchas de las cuales han sufrido daños irreparables y han sido sometidas a múltiples violaciones de derechos humanos.
En este contexto, la comisión reitera la importancia de hacer justicia y garantizar que los responsables de estos crímenes rindan cuentas. A pesar de que Ucrania ha cooperado con la investigación, Rusia no reconoce a la comisión y ha ignorado sus solicitudes de acceso, información y reuniones.
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