El Departamento de Estado de EE.UU. ha anunciado que Washington levantará el bloqueo a la ayuda militar a Ucrania y reanudará el intercambio de inteligencia con el país europeo, invadido por Rusia hace tres años. Como parte del acuerdo, Kyiv ha aceptado la propuesta de la Casa Blanca de un alto el fuego «inmediato y provisional» de 30 días con Moscú, además de comprometerse a cerrar lo antes posible un pacto que permitirá a Estados Unidos explotar parte de los recursos minerales en territorio ucraniano.
El comunicado conjunto, emitido desde Washington, se dio a conocer tras una reunión de ocho horas en Yeda, Arabia Saudí, entre las delegaciones de ambos países. Este encuentro marcó un primer acercamiento después del tenso episodio del 28 de febrero en la Casa Blanca, donde Volodímir Zelenski fue duramente reprendido y expulsado por Donald Trump y el vicepresidente J.D. Vance. En esta ocasión, los representantes ucranianos dejaron atrás su atuendo militar y asistieron con traje formal a la cita, sentando las bases para futuras negociaciones de paz con Rusia.
El comunicado destaca que ambas delegaciones han acordado «iniciar de inmediato negociaciones para alcanzar una paz duradera que garantice la seguridad de Ucrania a largo plazo». Aunque no se especifican garantías concretas, EE.UU. se compromete a «levantar inmediatamente la pausa en el intercambio de inteligencia y reanudar la asistencia en materia de seguridad a Ucrania». Ahora, con Kyiv aceptando los términos propuestos, «Estados Unidos comunicará a Rusia que su reciprocidad es clave para alcanzar la paz».
En los próximos días, ambos países designarán equipos negociadores para supervisar el alto el fuego de 30 días, el cual podrá prorrogarse por mutuo acuerdo y dependerá de la aceptación y cumplimiento simultáneo por parte de Rusia.
Al término de la reunión en Yeda, Zelenski emitió un comunicado afirmando que «Ucrania está preparada para la paz. Rusia debe demostrar si está dispuesta a poner fin a la guerra o a continuarla. Ha llegado la hora de la verdad». Además, detalló que su propuesta a la delegación estadounidense incluyó tres puntos clave: el cese inmediato de ataques aéreos y marítimos, así como «medidas concretas para restablecer la confianza», entre ellas la liberación de prisioneros por ambas partes.
«EE.UU. comprende nuestros argumentos y acepta nuestras propuestas. Agradezco al presidente Trump la actitud constructiva en las conversaciones entre nuestros equipos», expresó Zelenski. También confirmó que EE.UU. propuso un alto el fuego total de 30 días a lo largo de toda la línea del frente, incluyendo el Mar Negro, y que Ucrania acepta esta propuesta con disposición a cumplirla.
Antes de la reunión, el jefe de gabinete de Zelenski, Andri Yermak, aseguró que «estamos dispuestos a hacer todo lo necesario para alcanzar la paz». Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, mencionó en el vuelo hacia Yeda que su objetivo era evaluar si Kyiv estaba «preparado para tomar decisiones difíciles, al igual que los rusos deberán hacerlo para poner fin a este conflicto». Las delegaciones mantuvieron más de tres horas de conversaciones matutinas calificadas como «constructivas», antes de retomar el diálogo por la tarde en una nueva sesión de varias horas.
Rubio lideró la delegación estadounidense, acompañado del consejero de Seguridad Nacional, Mike Waltz. En la tensa reunión previa en la Casa Blanca, el secretario de Estado había permanecido en silencio mientras Trump y Vance reprendían a Zelenski. Sin embargo, su presencia en Yeda, sin Trump ni Vance, parece haber facilitado la reanudación de las negociaciones.
Al finalizar la reunión, Rubio declaró a la prensa que «Trump quería que esta guerra terminara ayer» y se mostró optimista respecto a la respuesta de Moscú sobre el alto el fuego: «La pelota está en su tejado». También enfatizó que el acuerdo sobre recursos minerales no fue el tema central de la reunión, a diferencia del encuentro en la Casa Blanca. «Es un asunto negociado entre nuestro Tesoro y su contraparte ucraniana. Ambos presidentes han dado instrucciones para completar la firma del acuerdo», añadió. Cuando se le preguntó si la relación entre Zelenski y Trump se había normalizado tras su enfrentamiento, respondió tajante: «Lo que realmente está de vuelta aquí es la paz».
Tras la fallida reunión en la Casa Blanca, en la que Trump consideró que Zelenski «no estaba preparado para la paz», EE.UU. bloqueó la ayuda militar previamente aprobada y dejó de compartir inteligencia con Ucrania. Una semana después, Zelenski manifestó en redes sociales su disposición a «trabajar bajo el fuerte liderazgo de Trump» y reanudar el diálogo sobre el acuerdo de recursos minerales. Este cambio de postura fue bien recibido por Trump en su reciente discurso ante el Congreso, lo que aceleró el encuentro en Arabia Saudí.
A pesar del avance diplomático, los combates no han cesado. Rusia mantiene el control sobre el 20% del territorio ucraniano y, en la última semana, intensificó los ataques con 80 misiles, 1.200 bombas planeadoras y 900 drones contra ciudades ucranianas. En respuesta, Ucrania lanzó el mayor ataque aéreo registrado desde el inicio de la guerra, con más de 330 drones sobre distintas regiones rusas, incluida la provincia de Moscú.
El Kremlin, a través de su portavoz Dmitri Peskov, advirtió que estos ataques podrían «comprometer el actual proceso de diálogo». Además, Moscú ha recuperado en los últimos días gran parte de la región suroccidental de Kursk, donde Ucrania había lanzado una incursión el mes pasado, asegurando haber retomado más de 100 kilómetros cuadrados.
Los líderes europeos han celebrado los avances logrados en Yeda. Antonio Costa, presidente del Consejo Europeo, y Úrsula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, señalaron que este acuerdo «podría representar un paso hacia una paz global, justa y duradera para Ucrania». También reafirmaron que la Unión Europea «está lista para desempeñar un papel activo» en las negociaciones.
El primer ministro británico, Keir Starmer, elogió a Ucrania y EE.UU. por este «notable avance» y reiteró el mensaje de las delegaciones: «La pelota está ahora en el tejado ruso». Además, anunció que convocará una reunión virtual con países dispuestos a respaldar el alto el fuego para definir los próximos pasos en la búsqueda de una paz «justa y permanente».
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