El Día Internacional de la Mujer representa una lucha que lleva más de un siglo. Cada 8 de marzo, se recuerda el sacrificio de miles de trabajadoras que, en contextos de extrema desigualdad, alzaron la voz para exigir derechos básicos. Desde las primeras movilizaciones obreras hasta los avances en igualdad de género en el siglo XXI, esta conmemoración ha evolucionado para abarcar las diversas demandas de las mujeres en todo el mundo.
Las primeras protestas de mujeres trabajadoras surgieron en el siglo XIX, en medio de la industrialización y la explotación laboral. Un hito clave ocurrió en Nueva York en 1875, cuando cientos de obreras textiles tomaron las calles para denunciar los bajos salarios y la brecha salarial con los hombres, quienes ganaban más del doble por el mismo trabajo. La respuesta fue brutal: 120 mujeres murieron a manos de la represión policial.
Años después, dos tragedias marcaron la lucha por los derechos laborales femeninos. En 1908, un incendio en la fábrica Cotton de Nueva York cobró la vida de al menos 130 trabajadoras en huelga. No fue un accidente: el dueño de la fábrica, molesto por la protesta, ordenó cerrar las puertas del edificio para obligarlas a desistir.
Otra tragedia ocurrió en 1911, cuando un incendio arrasó la fábrica Triangle Shirtwaist, matando a 149 personas, en su mayoría mujeres. Las condiciones laborales eran inhumanas y, por miedo a robos, los dueños cerraban las puertas con llave. Esa decisión se convirtió en una trampa mortal: el 25 de marzo de 1911, a las 16:45, se desató el fuego y la tragedia más devastadora de la industria textil.
Si bien la lucha de las mujeres por sus derechos venía de décadas atrás, fue en el siglo XX cuando la conmemoración adquirió un carácter global. En 1910, durante la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, se propuso la creación de un Día Internacional de la Mujer, aunque sin fijar una fecha exacta. Un año después, el 19 de marzo de 1911, países como Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza celebraron por primera vez el Día de la Mujer Trabajadora con grandes movilizaciones.
En 1917, en plena Primera Guerra Mundial, las mujeres rusas se declararon en huelga el 23 de febrero (según el calendario juliano), una protesta que desembocó en la abdicación del zar y en la conquista del derecho al voto femenino. Con el tiempo, más países comenzaron a conmemorar la fecha y, en 1975, la Asamblea General de la ONU oficializó el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer.
Dos años después, en 1977, la ONU instó a los estados a incluir esta conmemoración en sus tradiciones nacionales para promover los derechos de las mujeres y su participación en la sociedad.
A pesar de los avances, la violencia de género sigue siendo una realidad urgente. La lucha feminista ha puesto en evidencia la violencia machista y ha impulsado movimientos como el Paro Internacional de Mujeres, iniciado en 2017 en más de 50 países.
Según la ONU: «El empoderamiento de la próxima generación es clave, ya que las jóvenes y las niñas adolescentes serán protagonistas de los cambios duraderos del futuro».
El 8 de marzo no es una celebración, sino un recordatorio de la deuda histórica con las mujeres. Desde la lucha por condiciones laborales dignas hasta la exigencia de políticas contra la violencia de género, esta fecha sigue siendo un llamado a la acción.
Leave a comment