La nave Starship, el ambicioso cohete de SpaceX que Elon Musk espera utilizar para llevar humanos a Marte, sufrió un nuevo fracaso en su más reciente vuelo de prueba. Durante la misión del jueves, la etapa superior explotó en el espacio, generando una lluvia de escombros y provocando interrupciones en el tráfico aéreo desde Florida hasta Pensilvania.
Este fue el segundo vuelo de prueba consecutivo en el que la nave sufrió fallos significativos. Tras el apagado de varios motores, la Starship comenzó a girar sin control y finalmente perdió comunicación con el centro de misión. Imágenes y videos compartidos en la red social X mostraron el momento en que la nave se desintegraba en el cielo de Florida. Como consecuencia, la caída de restos espaciales afectó las operaciones en aeropuertos de Miami, Orlando, Palm Beach y Fort Lauderdale, así como en el Aeropuerto Internacional de Filadelfia.
Starship es el cohete más grande jamás construido. Con más de 122 metros de altura, supera en 30 metros a la Estatua de la Libertad sobre su pedestal. Su propulsor Super Heavy cuenta con 33 motores Raptor, capaces de generar casi 7.300 toneladas de empuje. La etapa superior, conocida simplemente como Starship o Ship, está fabricada en acero inoxidable y diseñada para alcanzar la órbita, con el objetivo de transportar personas a la Luna y Marte.
El lanzamiento tuvo lugar el jueves a las 6:30 p.m. (hora del este) desde la base de SpaceX en Texas, cerca de Brownsville. Aunque el propulsor logró regresar con éxito a la plataforma de lanzamiento, la etapa superior comenzó a presentar problemas en los últimos 30 segundos antes del apagado de sus motores. SpaceX informó que un «evento energético» en la parte trasera de la nave dañó varios motores Raptor, causando la pérdida de control y la posterior interrupción de las comunicaciones.
Nueve minutos y 30 segundos después del despegue, se perdió toda señal con la Starship. La compañía activó de inmediato protocolos de seguridad previamente establecidos. Poco después del incidente, la Administración Federal de Aviación (FAA) emitió órdenes de paralización en aeropuertos, citando «restos de lanzamiento espacial» como motivo. Sin embargo, aerolíneas como Southwest Airlines informaron que los efectos en sus operaciones fueron menores y que todo volvió a la normalidad rápidamente.
La FAA suspendió nuevos lanzamientos de la Starship hasta que SpaceX complete una investigación sobre el fallo. Este fue el octavo vuelo de prueba de la nave. En la misión anterior, en enero, la Starship logró una separación exitosa del propulsor, pero falló más adelante en el vuelo, lo que obligó a desviar el tráfico aéreo sobre el Caribe y provocó la caída de escombros en las islas Turcas y Caicos.
SpaceX ha trabajado en mejoras para evitar fallos previos. En el séptimo vuelo, vibraciones inesperadas causaron fugas de propulsante e incendios, lo que llevó a la activación del sistema de autodestrucción. Para esta nueva prueba, la compañía implementó cambios en los conductos de alimentación de los motores, ajustes en las temperaturas del propulsante y la instalación de más ventilaciones para minimizar riesgos. A pesar de estas modificaciones, los problemas persisten.
La FAA, que supervisa la seguridad en los lanzamientos espaciales, ha contratado a tres empleados de SpaceX para actualizar sus sistemas de control de tráfico aéreo, aunque ha asegurado que no tendrán acceso a la oficina que regula a la empresa.
El accidente de este vuelo no es el único problema reciente de SpaceX. En febrero, una etapa superior del Falcon 9 falló en su maniobra de descenso y permaneció en órbita antes de reingresar en la atmósfera 18 días después, dejando restos en Polonia. Además, el domingo pasado, un propulsor Falcon 9 aterrizó exitosamente en una barcaza en el Atlántico, pero posteriormente se volcó debido a un incendio en una de sus patas de aterrizaje.
La NASA planea utilizar una versión de la Starship para llevar astronautas a la Luna en la misión Artemis III, prevista para 2027. Sin embargo, esta fecha podría retrasarse o incluso cancelarse si el gobierno de Estados Unidos decide redirigir sus esfuerzos hacia Marte. Antes de realizar misiones tripuladas, SpaceX deberá demostrar que la Starship es completamente fiable y segura.
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