BlackRock, el gigante estadounidense de gestión de activos, ha acordado la compra de dos puertos estratégicos en ambos extremos del Canal de Panamá a una empresa con sede en Hong Kong. Esta adquisición ocurre en medio de la controversia generada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha expresado su descontento con la presencia china en la región.
Trump ha manifestado en varias ocasiones, tanto antes como después de asumir la presidencia, su intención de «recuperar» el Canal de Panamá, el cual pasó a manos del gobierno panameño en 1999 tras un tratado negociado con Estados Unidos dos décadas antes. Según Trump, la propiedad china de algunas operaciones portuarias indicaba una creciente influencia de China sobre la vía interoceánica. Durante su discurso de investidura, afirmó: «China está gestionando el Canal de Panamá. Nosotros no se lo dimos a China, se lo dimos a Panamá y vamos a recuperarlo». En una rueda de prensa previa a su toma de posesión, incluso sugirió que no descartaba el uso de la fuerza militar o la coerción económica para retomar el control del canal.
El acuerdo anunciado este martes estipula que BlackRock y un consorcio de inversores desembolsarán 22.800 millones de dólares para adquirir los puertos de Balboa y Cristóbal, situados en cada extremo del canal, de la empresa CK Hutchison, con sede en Hong Kong. Se ha calificado la transacción como un “acuerdo en principio”. Además, el consorcio también adquirirá una participación mayoritaria en 43 puertos adicionales que incluyen 199 atracaderos en 23 países, aunque no se incluyen puertos ubicados en China o Hong Kong.
El CEO de BlackRock, Larry Fink, destacó la relevancia de la compra: «Estos puertos de categoría internacional impulsan el crecimiento global. Gracias a nuestra profunda relación con organizaciones como Hutchison y con gobiernos de todo el mundo, nos hemos convertido en el socio principal para aquellos que buscan capital estable y a largo plazo. Estamos encantados de que nuestros clientes puedan participar en esta inversión».
BlackRock es uno de los mayores gestores de activos a nivel mundial, administrando un fondo de 11,6 billones de dólares en activos, equivalente aproximadamente al 40% del Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos. A diferencia de algunos conglomerados, BlackRock no controla directamente muchas empresas, pero es el segundo mayor accionista en gigantes como Walmart, Apple, Amazon, Microsoft y Alphabet, la empresa matriz de Google.
El Canal de Panamá fue construido por Estados Unidos a principios del siglo XX y comenzó a operar en 1914. Durante casi todo ese siglo, estuvo bajo administración estadounidense hasta que el presidente Jimmy Carter negoció su transferencia a Panamá en un tratado controvertido, resistido por muchos republicanos de la época. Desde su traspaso en 1999, el canal ha sido operado exclusivamente por Panamá, sin intervención china, pese a las afirmaciones de Trump.
Hasta el momento, la Casa Blanca no ha emitido comentarios sobre la compra de BlackRock. No obstante, esta transacción podría mitigar las preocupaciones de Trump respecto a la influencia china en la estratégica vía marítima. Mike Waltz, asesor de Seguridad Nacional del gobierno, declaró recientemente que las autoridades panameñas habían iniciado “negociaciones sobre el manejo de los puertos a ambos lados del canal”.
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