Rusia y China, considerados adversarios de Estados Unidos, han instruido a sus servicios de inteligencia para reclutar empleados federales estadounidenses que trabajan en seguridad nacional, enfocándose en aquellos despedidos recientemente o que temen perder su empleo, según cuatro fuentes familiarizadas con los informes de inteligencia de EE.UU.
Estos informes señalan que ambos países buscan aprovechar los despidos masivos implementados por la administración Trump, un plan anunciado esta semana por la Oficina de Administración de Personal. En particular, se dirigen a exempleados con autorizaciones de seguridad y a trabajadores en período de prueba que podrían ser cesados, ya que estos poseen información clave sobre la infraestructura crítica de EE.UU. y la burocracia gubernamental, según dos de las fuentes.
Además, al menos dos países han lanzado sitios web de reclutamiento y han intensificado sus esfuerzos en plataformas como LinkedIn para captar a estos empleados federales, dijeron dos fuentes. «Creen que los trabajadores están en su punto más vulnerable», comentó otra persona al tanto del tema. «Sin empleo y resentidos por haber sido despedidos, son objetivos fáciles».
Una tercera fuente, citada por CNN, advirtió que «estos empleados federales marginados, con un vasto conocimiento institucional, representan oportunidades sumamente atractivas para los servicios de inteligencia de nuestros competidores».
CNN ha solicitado comentarios a la Oficina del Director de Inteligencia Nacional y a las embajadas de China y Rusia en Washington.
Los informes de inteligencia refuerzan lo que antes era solo una preocupación hipotética para funcionarios estadounidenses: que los despidos masivos podrían ser aprovechados por potencias extranjeras para reclutar a antiguos empleados, especialmente aquellos en dificultades económicas o con sentimientos de resentimiento. En los últimos años, el Departamento de Justicia ha procesado a varios exfuncionarios militares y de inteligencia por proporcionar información a China.
En la CIA, varios funcionarios han discutido en privado este riesgo y posibles medidas para mitigarlo, según fuentes de inteligencia consultadas por CNN. Sin embargo, la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, calificó esta situación como una amenaza proveniente de empleados gubernamentales «desleales», en lugar de considerarla una advertencia objetiva sobre los riesgos de la estrategia de reducción de costos de Trump.
«Me pregunto por qué creen que esta táctica les ayudará a conservar su empleo», dijo Gabbard a Fox News. «Se están exponiendo al usar CNN como su brazo propagandístico. Han dejado claro que su lealtad no es hacia Estados Unidos, su pueblo o su Constitución, sino hacia ellos mismos». Agregó que es necesario «erradicar» a estos individuos para que «los patriotas comprometidos con la misión principal puedan concentrarse en su labor».
No obstante, funcionarios de agencias de seguridad nacional han expresado su frustración, señalando que estas advertencias son serias y no meras disputas políticas. «Los empleados que sienten que han sido maltratados por sus empleadores tienen una mayor tendencia a revelar información confidencial», explicó Holden Triplett, exdirector de contrainteligencia del Consejo de Seguridad Nacional en la administración Trump y antiguo agregado del FBI en Moscú y Pekín. «Podríamos estar creando, aunque sin intención, el ambiente perfecto para el reclutamiento extranjero», advirtió.
Mientras tanto, la CIA y el Departamento de Defensa evalúan nuevos recortes de personal. Un memorando del Pentágono de la semana pasada indicó que más de 5,000 empleados en período de prueba podrían ser despedidos pronto. Además, la CIA ya ha cesado a más de 20 funcionarios involucrados en temas de diversidad, muchos de los cuales han llevado sus casos ante los tribunales.
Este proceso de despidos masivos ya podría haber puesto en riesgo información sensible. En un intento por cumplir con la reducción de personal ordenada por la administración, la CIA envió recientemente a la Casa Blanca un correo electrónico no clasificado con una lista de empleados con menos de dos años en la agencia, incluyendo agentes que se preparaban para operaciones encubiertas. Algunos de ellos podrían haber sido despedidos, aumentando la posibilidad de que secretos estadounidenses caigan en manos de espías o hackers extranjeros.
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