El gobierno de Canadá y la administración estadounidense han dado un paso significativo en sus relaciones comerciales y de seguridad con un reciente acuerdo que impactará tanto en la economía como en la lucha contra el crimen organizado.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anunció en su cuenta oficial de X que la aplicación del arancel propuesto por el presidente Donald Trump sobre los productos canadienses quedará suspendida “durante al menos 30 días”. Esta decisión llega tras una conversación telefónica sostenida el lunes por la tarde entre ambos líderes, en la que discutieron los términos de una cooperación más estrecha en materia de seguridad y control fronterizo.
I just had a good call with President Trump. Canada is implementing our $1.3 billion border plan — reinforcing the border with new choppers, technology and personnel, enhanced coordination with our American partners, and increased resources to stop the flow of fentanyl. Nearly…
— Justin Trudeau (@JustinTrudeau) February 3, 2025
A cambio de esta pausa en las tarifas comerciales, Canadá se comprometió a realizar una serie de inversiones y acciones concretas en materia de seguridad. En primer lugar, el gobierno canadiense destinará una cantidad significativa de recursos para reforzar la seguridad en su frontera con Estados Unidos, una medida clave en la lucha contra el tráfico de drogas y la inmigración irregular.
Además, como parte del acuerdo, se creará una “Fuerza de Ataque Conjunta Canadá-Estados Unidos”, cuyo principal objetivo será combatir el crimen organizado, el tráfico de fentanilo y el lavado de dinero, problemas que han sido una creciente preocupación en ambos países. En este sentido, Trudeau también anunció la designación de un “zar del fentanilo”, un funcionario de alto nivel que se encargará de coordinar esfuerzos para frenar la entrada de esta droga en territorio norteamericano.
Otro punto relevante del pacto es la decisión de Canadá de unirse a Estados Unidos en la clasificación de los cárteles de la droga como grupos terroristas, lo que les permitirá endurecer las medidas contra estas organizaciones y facilitar el uso de herramientas legales más estrictas para desmantelarlas.
“También firmé una nueva directiva de inteligencia sobre el crimen organizado y el fentanilo, y la respaldaremos con una inversión de 200 millones de dólares estadounidenses”, declaró Trudeau, enfatizando el compromiso de su gobierno en esta causa.
Por su parte, Donald Trump también confirmó el acuerdo a través de su red social Truth Social. En su mensaje, el presidente explicó que la suspensión temporal del arancel busca dar margen de maniobra para evaluar si es posible llegar a un acuerdo económico definitivo con Canadá.
“Canadá ha acordado garantizar que tengamos una frontera norte segura y poner fin finalmente al letal flagelo de drogas como el fentanilo, que han estado llegando a nuestro país, matando a cientos de miles de estadounidenses y destruyendo a sus familias y comunidades en todo el país”, escribió Trump en su publicación.
El tráfico de fentanilo ha sido un tema prioritario en la política estadounidense en los últimos años, ya que la crisis de opioides ha generado un alarmante número de muertes en la población. Se estima que miles de personas fallecen anualmente en Estados Unidos debido a sobredosis de esta droga sintética, que suele ingresar al país a través de redes de contrabando.
Si bien este acuerdo representa un alivio temporal en materia comercial para Canadá, también supone un desafío importante en términos de seguridad. La colaboración con Estados Unidos en la lucha contra el crimen organizado y el tráfico de drogas será clave en los próximos meses, y la implementación de las medidas anunciadas determinará el rumbo de las relaciones bilaterales entre ambos países.
Aún queda por verse si las acciones emprendidas por el gobierno canadiense serán suficientes para evitar que Estados Unidos reanude la imposición de aranceles. De momento, la tregua comercial de 30 días ofrece un espacio para la negociación y la cooperación, en un contexto donde la seguridad y la economía están más interconectadas que nunca.
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