El cerebro del ciudadano Paul Nixon ha luchado con su corazon luego de ver a una mujer migrante embarazada y que se encotraba acurrucada con el esposo en un camino de tierra que se encuentra cerca de una brecha en el muro fonterizo.
A media tarde ya habia desmasiado frio cuando esta joven pareja de nacionalidad mexicana se encontraba esperando para entregarse a los agentes de la patrulla fronteriza de los Estados Unidos, en ese momento Nixon habia pensado que era muy poco probable que hubiera agentes en las proximas horas.
Por la mente de el pasaron todos los riegos que implicaban ofrecerles ayuda a los migrantes, puesto que llevar a esta pareja a un lugar completamente seguro se convertiria en un delito federal, tambien su grupo de voluntarios habian sido advertidos por los agentes de que la detencion y la incautacion de los vehiculos eran consecuencias potenciales.
A pesar de todas las trabas rescatar a una madre embarazada y vulnerable podia mucho mas que todo lo demas, Nixon tmbien declaro lo siguiente ya que temia que la mujer pudiera ponerse de parto en cualquier momento:
La idea de dejarla a lo largo del muro era imposible.
Nixon ayudo a la pareja a subirse a un todoterreno, diriguiendose a un campamento totalmente improvisado que se encotraba a varios kilometros de distancia.