Ante la llegada del invierno en la ciudad de Chicago, las autoridades del lugar se encuentran luchando contra reloj para lograr conseguir miles de alojamientos para los ciudadanos migrantes que se encuentran albergados en situaciones precarias.

Según la cifra que dio la alcaldía y organizaciones civiles de ayuda, da un total de aproximadamente unos 23 mil migrantes que han llegado a la ciudad y que se encuentran huyendo de la violencia y el colapso económico durante los últimos meses del año 2023.

Aun quedan muchos migrantes viviendo en carpas y campamentos improvisados ubicados frente a las estaciones de la policía de la ciudad o en el aeropuerto de O’ Hare, un migrante de nacionalidad venezolana, llamado Jesús Aular el cual vende arepas en las afueras de uno de los albergues de la zona, comunicó que está grandemente agradecido por la oportunidad que le han brindado de llegar a Chicago, pidiendo calma para sus compatriotas.

Las diferentes personas que ha sido atendidas viven temporalmente en 26 albergues que son administrados por la ciudad de Chicago, que además ha apelado a la contratación de habitaciónes en distintos hoteles, pidiendo ayuda a la Arquidiócesis de Chicago con la donación de espacios en escuelas e iglesias abandonadas.

Aproximadamente quedó un regazo de unas dos mil personas que no pudieron alojarse y que iban a ser ubicadas en una especie de campamento militar, que está siendo levantada con tiendas de campaña en el barrio Brighton.