Tres perros, del ciudadano identificado como Brian Silvas fueron los primeros en alertarle de que grupos de personas extremadamente grandes se encontraban alrededor de su propiedad ubicada en el condado de San Diego, Estados Unidos.
El ciudadano Silvas comentó que se despertaba rápidamente cuando sus mascotas, Whisky, Soldier y Freedom no paraban de ladrar sin cesar, sin embargo, ahora el trío ha permanecido calmado durante la mayor parte de la noche pero los migrantes no han dejado de pasar por su residencia lo cual se ha convertido en un hábito.
Silvas también añadió lo siguiente: “este país se construyó sobre la inmigración me parece súper bien, pero no de esta manera, me parece ridículo“, hace aproximadamente dos años Silvas compró 78 acres de tierra en la frontera del sur de California con México a unos 120 kilómetros al este de San Diego.
el terreno de Brian se encuentra delimitado por colinas y grandes rocas, también se comentó que el muro fronterizo culmina a pocos metros de su propiedad en donde se deja solo el terreno rocoso del desierto y una modesta valla de alambre como barrera.
“Si yo tuviera dinero, construiría mi propio muro“, afirmó Silvas, ya que es testigo como docenas de migrantes cruzan a través de sus tierras cada día.