Las autoridades de Massachusetts se desbordaron por la llegada de inmigrantes, activando a la Guardia Nacional por las protestas que buscan conseguir más alojamientos, mientras que los grupos de ayuda afirman que se encuentran al límite de sus posibilidades.
La gobernadora, Maura Healey, ha movilizado aproximadamente 250 miembros de la guardia, los cuales se encontraban ayudando a transportar a la última oleada de inmigrantes a refugios ubicados en el estado.
Casi una decena de manifestantes se movilizaron hacia el motel Yarmouth Resort, en donde se espera que el estado reserve 100 unidades para familias migrantes, al igual que ocurre con la crisis de la Gran Manzana, puesto que Massachusetts no dispone de viviendas o recursos suficientes.
El senador estatal, Jamie Eldridge, declaró a CBS News lo siguiente: “las organizaciones sin ánimos de lucro de Massachusetts, en estos momentos no dan abasto y no pueden dejar entrar ni proporcionar ayuda a más personal.”
La guardia nacional puede ayudar con la gran falta de mano de obra que hay en la zona, mientras que el estado puede hacer poco para hacerle frente a la escasez de viviendas fuera de la creación de nuevos refugios.