El gobierno de Malasia declaró que cualquier ciudadano que realice una compra o venda relojes de la marca Swatch con temática de la comunidad LGBTQ, tendrá que enfrentarse hasta tres años de cárcel, ya que el gobierno afirma que puede traer consecuencias para la moralidad del país.

El fabricante suizo creó los relojes con los colores del arcoíris, los cuales fueron prohibidos en la región de mayoría musulmana, porque están promoviendo, apoyando y normalizando en la sociedad el movimiento a favor de la comunidad LGBTQ.

Según el departamento de estado de los Estados Unidos, la homosexualidad es completamente ilegal en Malasia, un país del sudeste asiático, en donde castigan todo tipo de acto homosexual con hasta 20 de años de prisión y/o latigazos.

El gran grupo de personas que integran a la comunidad LGBT en Malasia, les ha tocado enfrentarse a una grave discriminación con sanciones penales y prácticas que intentan cambiar la orientación sexual en los infames “centros de conversión”

Por esa razón, se prohibió formalmente por parte del gobierno la venta y compra de los productos Swatch, el año pasado las autoridades realizaron una redada a las tiendas, confiscando relojes denominados “elementos LGBT”.