En el sur oeste de una playa de Australia, 43 ballenas piloto, también conocidas como “Calderones”, se quedaron varadas y fueron sacrificadas este jueves junto a otras 54 que fallecieron pese a los esfuerzos de voluntarios para salvarlas.

Peter Hartley, oficial del Departamento de Biodiversidad y Conservación de la Región Australia Occidental, dijo que este hecho, que quedó grabado, ocurrió en verano y manifestó, “El rescate no fue como lo esperábamos y no logramos obtener los resultados positivos”.

Este hecho fue reportado por el Servicio de Parque Regional, quienes se dieron cuenta de que un grupo de ballenas piloto habían quedado varadas en la playa Cheynes, el cual es una ensenada protegida de Australia Occidental que la rodea una reserva natural y un parque.

Un grupo de 250 voluntarios, veterinario y equipos de expertos en fauna marina lograron en su primer momento remolcar algunas a aguas profundas, pero lamentablemente la gran mayoría perdieron la vida.

El Servicio de Parque Regional manifestó en sus redes sociales que “después de varias horas tratando de salvarlas, los veterinarios evaluaron su estado de salud, confirmando así que sus signos de deterioro eran muy altos y lo mejor era sacrificarlas para que no tuvieran un sufrimiento más largo“.

Australia y Nueva Zelanda son escenarios de frecuentes varamientos de ballenas, se cree que esto se debe a errores de navegación, cambios repentinos de marea, enfermedades, condiciones meteorológica o también persecución de depredadores.

Recordemos en septiembre del 2022 murieron unas 230 ballenas pilotas en una isla de la región australiana de Tasmania.