El Gobierno de Reino Unido está buscando estrategias para mitigar la migración, según lo informó el Primer Ministro Rishi Sunak, y para ello se idearon una cárcel flotante. Estos, con el fin de que toda persona que llegue de manera ilegal será llevado a prisión y no podrá pedir asilo político según la ley instaurada por el conservador Sunak, el rey Carlos III tendrá que ratificar estos nevos cambios como parte de la formalidad.

Ademar de ser detenidos, el Gobierno británico exige que sean expulsados de inmediato a su país de origen o enviados a otro Estado como Ruanda, este nuevo proyecto de ley bloqueo durante varias semanas un bloqueo en el Parlamento, ya que la Cámara de los Lores solicitó varias propuestas.

La alcaldesa de Portland, Carralyn Parejas, se encuentra muy preocupada por el sistema de salud, seguridad y la infraestructura de la isla, porque no es suficiente para albergar tantos inmigrantes. Para ayudar a contrarrestar esta problemática, la cárcel recibirá más de dos millones de dólares durante el periodo en que será utilizado este barco.

Las oenegés y la ONU, tan pronto conocieron la nueva medida, rechazaron totalmente esta propuesta, ya que entraría en contradicción con los derechos humanos y refugiados, “los migrantes no tendrán ninguna garantía para poder recibir beneficios de protección por parte del país” afirmó la Organización de las Naciones Unidas.

El Alto Comisionado de los refugiados, Filippo Grandi y el Alto Comisionado de los Derechos Humanos, Volker Turk, denunciaron que esta propuesta tendrá grandes consecuencias para las personas que soliciten refugio en el país británico.

“El Gobierno de Reino Unido está en serios problemas por aprobar el antiguo método que consiste en obligar a los migrantes a su propio fracaso” lamentó Michael Rosen, quien es un activista de los derechos de los refugiados que salió a las calles a protestar junto a decenas de personas este martes frente al Parlamento británico.