Corea del sur está enfrentando una escasez de sal marina en los supermercados debido a la compra compulsiva y el desabastecimiento de los habitantes, ya que se encuentran preocupados por su seguridad con Japón, por el vertido al mar de más de un millón de toneladas métricas de agua radiactiva.
El agua fue utilizada para enfriar los reactores que se encontraban dañados en la planta de energía de Fukushima, cuando ocurrió un tsunami en el año 2011 que golpeó las costas de Japón, inundando la central nuclear de la planta energética.
El gobierno de Japón afirma que el agua es totalmente segura, puesto que ha sido filtrada para eliminar la gran parte de los isotopos de hidrógenos que son realmente difícil de separar del agua, a pesar de que contiene trazas de tritio.
Los habitantes esperan que pronto se libere el agua de los gigantescos tanques de almacenamiento que se encuentran ubicados en el pacífico, aunque aún no se haya fijado una fecha en específico.
“Recientemente, tuve que comprar 5 kilogramos de sal, nunca había comprado tanta sal, pero haré lo que pueda para proteger a mi familia” dijo Lee Young Min, una ama de casa con 38 años de edad.