Después de que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, declarara al grupo Paramilitar Wagner, al mando de Yevgueni Prigozhin, como parte de una rebelión armada, y también advirtió, que quienes se involucren con este grupo o tomen el camino de la traición, “serán castigados y enfrentarán un castigo inevitable“.
El jefe de Wagner, quien afirmó que sus fuerzas han tomado el control de bases militares rusas en la región de Rostov del Don, y amenazó con llegar hasta Moscú, con su ejército si el general de mayor rango, junto con el ministro de defensa del país, no se reúnen con él.
Putin, por su parte, tildó, estas declaraciones de Prigozhin como “una puñalada por la espalda a todo el pueblo de Rusia“.
Según Nick Paton Walsh jefe corresponsal de seguridad internacional de CNN, se trata de una muy directa amenaza contra el gobierno ruso en 23 años, aunque añade, que se está verificando por medio de sus corresponsales si las fuerzas Wagner, se ven libres caminando por las calles de Rostov, un centro militar clave en la guerra contra Ucrania.
Además, se trata de saber si realmente este ejército paramilitar se está desplazando hacia Moscú, como lo ha manifestado su jefe Yevgueni Prigozhin, aunque hay indicios por parte de algunos de sus seguidores que se encuentran a mitad de camino, más exactamente en la ciudad de Vorónezh, algo aun sin confirmar y que es desmentido por el Kremlin.
Este sábado, después de un acuerdo tras la mediación del presidente bielorruso, Aleksandr Lukashenko, los mercenarios de Wagner comenzaron a replegarse a sus campamentos con el fin de evitar un baño de sangre, según el Gobernador Regional.