Se trata del líder del ejército privado ruso, “Wagner”, Yevgeny Prigozhin, quien en la década de los 90 se convirtió en un oligarca ruso, gracias a sus relaciones con el Presidente Vladímir Putin, y fue así como logró obtener un contratos de catering para el Kremlin, razón por la cual consiguió que lo apodaran “el chef de Putin“.
Su metamorfosis de chef, a un sanguinario jefe militar, se comenzó a dar durante los intentos separatistas de la región del Dombás, en el este de Ucrania apoyados por el gobierno de Putin en el 2014, y su real protagonismo se hizo notar tras la invasión de Rusia a Ucrania en febrero de 2022.
Entonces Prigozhin fundó el grupo mercenario “Wagner“, organización que anónimamente luchaba en el este de Ucrania, y de allí se fue extendiendo por otras razones a diferentes países del mundo, apoyados por Rusia.
CNN, siguió el rastro a este ejército de mercenarios, el cual se ha hecho más notorio por sus acciones violentas, y se les asocia en muchos casos con violaciones de derechos humanos.
Yevgeny Prigozhin, cada vez más conocido por su menosprecio hacia la vida de sus propios hombres, se cree que en ocasiones recluta nuevos soldados para su organización sin ningún tipo de preparación, los cuales son enviados al frente de batalla, algo descrito por el general retirado de Estados Unidos Mark Hertling como “nutrir con carne a una picadora de carne“.
Prigozhin con frecuencia utiliza las redes sociales, para mostrarse como un hombre con la crueldad suficiente y competente militarmente, en un intento por deslegitimar el estamento militar y la poca capacidad de los generales de las Fuerzas Armadas Rusas.