La aerolínea de American Airlines no le permitió a un pasajero embarcar en su vuelo, solo porque el estaba grabando a un agente de la aerolínea en la puerta del embarque debido a que tenía una actitud grosera, el agente llamó a un supervisor para que al ciudadano no lo dejaran tomar su vuelo.
Al parecer, el problema comenzó cuando el pasajero intentó subirse al avión con dos bolsas en mano, pero el agente de la puerta de embarcación no lo permitió, según el pasajero, el agente le pidió que le unificara el equipaje en una sola maleta, pero después consideró que la maleta era demasiado grande así que pidieron que la facturara.
El pasajero le comentó al agente que estaba dispuesto a facturar la maleta y borrar el video si era necesario, ya que el individuo solo quería subirse al avión, sin embargo, se le negó el embarque y la forma de cambiar de reserva.
Según la aerolínea, American Airlines consideró que filmar a sus empleados infringía en sus normas, adoptando una política del año 2014, prohibiéndole a las personas fotografiar a los empleados; esto solo fue publicado para la revistaAmerica Way.
Es comprensible que a algunos empleados no les guste que los filmen haciendo su trabajo, pero además, el derecho a filmar es importante como prueba para resolver cualquier tipo de situación en la que los empleados están interactuando con el público.