En la ciudad de Bakhmut, al este de Ucrania, Anyutin Ruslan Nikolayevich, un soldado ruso quien se encontraba en una trinchera con un grupo de más soldados, en las líneas del frente totalmente destruidas, al ver que un avión no tripulado sobrevolaba encima de él, se ve amenazado junto a lo que parecer ser sus compañeros muertos, decide con gestos y señas con las manos comunicarse con el dron, o más bien con quien lo está operando.

El combatiente, tras lograr escapar de los bombardeos, noto al dron equipado con granadas, y con los gestos anteriormente mencionados les pide que no ser bombardeado, y como respuesta a sus peticiones, es guiado hacia las posiciones militares ucranianas.

Por medio de una nota, los soldados al mando de Yuri Ferodrenko, comandante de la división de drones de asalto de la brigada 92 le piden que se rinda, y que siga el dron hasta donde es capturado por las fuerzas ucranianas.

CNN, consulta con el comandante general retirado del ejército de los Estados Unidos en Europa, Ben Hodges, que opinaba de esto, a lo que respondió: “esto confirma lo que siempre hemos pensado, que los soldados rusos no quieren estar allí, no tienen confianza en sus dirigentes, además que no han sido preparados adecuadamente para estar ahí”.

Por otra parte, dijo Hodges: “también vemos lo recursivo e innovadores que pueden ser los soldados ucranianos utilizando los drones como armas de guerra”.