Estados unidos no deja de preocuparse, al ver que su mejor aliado en Oriente próximo, Arabia Saudí, estrecha cada vez más sus lazos con el gigante asiático.
Fue durante la cumbre árabe-China celebrada esta semana en la capital Saudí, donde se comenzó a notar este cambio en las relaciones, entre las dos naciones, quienes además aprovecharon el evento para firmar acuerdos de inversión por 10.000 millones de dólares.
Fueron 30 los acuerdos firmados, en sectores energías renovables, tecnología, agrícolas, turismo, sanidad y minería, entre otros, según la agencia noticiosa estatal Saudí SPA.
Al encuentro asistieron cerca de 3.500 líderes empresariales y mandatarios de 25 países, además de China, quien asistió con la más grande delegación de su historia.
Estos acuerdos entre China y el Reino de Arabia Saudí, firmados solo tres meses después de que el gobierno Chino, mediara en una aproximación entre el gobierno Saudí y con su enemigo, Irán; son muestra de la disminuida influencia de Estados Unidos con su principal socio, en oriente próximo.
Uno de estos acuerdos, consiste en la construcción de instalaciones para la producción de vehículos eléctricos de lujo Human Horizons, dijo el ministro de energía Saudí, el príncipe Abdulaziz bin Salman, quien además afirmó, “cuando se trata de negocios, vas a donde existe la mejor oportunidad para hacerlos”. Esto con el fin de restarle importancia a las sospechas de occidente, sobre los crecientes lazos entre China y Arabia.
Las relaciones, entre Washington, y el reino saudí, se vieron afectadas, desde el 2018, cuando fue asesinado el periodista disidente Jamal Khashoggi, en el interior del consulado Saudí en Estambul, crimen aprobado por el príncipe heredero del Reino de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman, según la inteligencia del país norteamericano.