La OMS, Organización Mundial de la Salud, emitió una alerta el día viernes sobre el aumento en número de brotes de cólera en todo el mundo, especialmente en el este y sur de África este año, y su alta tasa de mortalidad, pues desde enero hasta mediados de mayo, se han reportado nuevos brotes de cólera en 24 países.
Según Henry Gray, director de la OMS para la respuesta global al cólera, más de 1.000 millones de personas en 43 países corren riesgo de esta enfermedad y que los casos más graves actualmente se encuentran en Mozambique y Malaui, donde el cólera ha afectado a 90.000 personas en los primeros tres meses de 2023.
Los países en “crisis aguda” incluyen a Burundi, Camerún, la República Democrática del Congo, Etiopía, Kenia, Malaui, Mozambique, Somalia, Siria, Zambia y Zimbabue, por lo que Henry advirtió que “debemos prepararnos para más casos”. La falta de acceso a agua potable y servicios básicos de saneamiento son las principales causas de las epidemias de cólera, las cuales se agravan en momentos de conflicto debido a los grandes desplazamientos de personas que se producen en esos países.
Aquí se trata de resolver problemas de acceso al agua, de higiene y de dignidad humana. La vacuna puede ayudar a detener la cadena de transmisión como medida preventiva, pero la base de todo es garantizar rápidamente el acceso al agua y al saneamiento.
La OMS también señaló que los recursos para hacer frente a esta situación son muy insuficientes, al igual que la producción de vacunas, cuyas existencias apenas alcanzan para inmunizar parcialmente a las comunidades en mayor riesgo. De las 18 millones de dosis necesarias, solo hay 8 millones disponibles, lo que ha obligado a interrumpir las campañas de prevención en áreas de alto riesgo.
Aparte de eso, la OMS ha tenido que reducir de dos a una las dosis administradas por persona con el objetivo de proteger, aunque sea por menos tiempo, a más personas en mayor riesgo de muerte, como por ejemplo los niños.