A Ucrania se le ha complicado un poco esconder de los ojos rusos el gran número de soldados que tiene acumulado para crear su gran ofensiva, por este motivo les ha tocado generar nuevas estrategias para poder confundir al enemigo.

En la trinchera, la cual está en el frente oriental, el equipo de morteros sabe que Rusia no solo lo están tratando de ubicar con drones, sino que también han llegado a usar la guerra electrónica, la cual sirve para intentar ubicar su posición.

Los soldados de la 28a Brigada de Ucrania, tienen acceso a la tecnología del siglo XXI, estos cuentan con teléfonos inteligentes, satélites y tabletas, con todo esto es posible ayudar a comunicarse e identificar enemigos, pero también se está utilizando una máquina del pasado.

La reliquia que están usando y que no se veía fuera de las trincheras durante la primera guerra mundial: es un viejo teléfono de manivela.

Vlad ha expresado que el viejo teléfono es la clave para poderse comunicar de forma más segura, él dice que él y sus hombres recogen el teléfono de campo cada vez que van a disparar un mortero, su timbre sordo produce un sonido de otra época.

Para poder hacer llamadas salientes toca darle cuerda a una manivela, esta escena parece de película en blanco y negro, Vlad comenta que es imposible interceptar este teléfono, pero a diferencia de los teléfonos móviles y radios si pueden ser interceptados por los rusos.