El día viernes, 28 de abril, la ciudad Umán, ubicada en el centro de Ucrania, fue atacada con misiles de las fuerzas militares rusas, lo cual dejo como resultado al menos a diez personas fallecidas, además, en la ciudad de Dnipró, una mujer y su hijo de tres años también perdieron la vida debido a los ataques rusos.
El portavoz de la Presidencia Ucraniana, Mijailo Podolyak, condeno los ataques en su cuenta de Twitter, destacando que las víctimas eran familias con niños que dormían pacíficamente en sus hogares cuando ocurrió el ataque.
El conflicto en Ucrania ha estado en curso desde 2014, cuando Rusia anexó la península de Crimea y desde entonces, ha existido una lucha por el control del este de Ucrania, lo cual ha resultado en miles de muertes y en el desplazamiento de cientos de personas.
Como respuesta a los ataques, el jefe de la oficina presidencial ucraniana, Andriy Yermak, pidió sanciones contra los países que ayudan a Rusia a obtener los chips occidentales para producir los misiles. A pesar de que las defensas aéreas ucranianas derribaron la mayoría de los misiles lanzados por Rusia, estos ataques aún demuestran la gravedad del conflicto entre los dos países y la necesidad de una solución pacifica.
La comunidad internacional ha condenado los ataques y le ha pedido a Rusia a poner fin a sus ataques en Ucrania, ya que el conflicto ha tenido un impacto “devastador” en la población civil, especialmente en aquellos que viven en las zonas más afectadas por la guerra.