Alejandro Toledo, el expresidente de Perú que se encontraba en Estados Unidos desde 2017 para evitar su extradición, ha sido entregado a las autoridades peruanas después de ser capturado en California.

Toledo es acusado de recibir sobornos por un valor de 35 millones de dólares por parte de la empresa Odebrecht, a cambio de favorecerla en la licitación de contratos para la construcción de la Ruta Interoceánica Sur que conecta a Perú con Brasil.

Toledo fue capturado en el aeropuerto de San Francisco y trasladado en silla de ruedas, ocultando sus manos con una manta azul, una estrategia utilizada comúnmente en Perú para ocultar que se encuentra esposado. El expresidente fue custodiado por alguaciles Estadounidenses y entregado a las autoridades peruanas en el aeropuerto Jorge Chávez de Lima.

La fiscalía peruana ha solicitado para él apenas 20 años y 6 meses de cárcel por la concesión de los tramos 2 y 3 de la carretera, 35 años por el tramo 4 y 16 años y 8 meses por el supuesto de lavado de dinero en el caso Ecoteva. En marzo de este año, el Ministerio Público también pidió la expropiación de los bienes inmuebles de Toledo y su entorno familiar.

El caso Odebrecht también involucra a otros expresidentes peruanos como Alan García, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski, así como a la tres veces candidata presidencial Keiko Fujimori, hija del exmandatario Alberto Fujimori.

Toledo, fundador del extinto partido Perú Posible, ha gastado todos los recursos y figuras jurídicas disponibles para evitar su extradición y permanecer en régimen de arresto domiciliario. Sin embargo, el juez federal Thomas S. Hixson, de la corte del Distrito Norte de California, ordenó que se entregara para ejecutar su extradición a Perú, la cual se le había dado luz verde dos meses antes el Departamento de Estado de Estados Unidos.