Enfrentamientos violentos en Sainte-Soline han dejado a 28 policías y a 200 manifestantes heridos, muchos de ellos se encuentran en este momento en un estado crítico.

Los disturbios se han producido entre las fuerzas de policía y los ecologistas ultra radicales que se manifestaban contra la construcción de un gran embalse en la región de Nueva Aquitania.

La primera ministra, Élisabeth Borne, ha reaccionado ante esta situación con un comunicado alarmante y denuncio un gran aumento inquietante de violencia intolerable en la zona.

Los portavoces de los ecologistas han respondido con fuertes agresiones contra las fuerzas de seguridad del Estado y consideraron como una victoria la destrucción o desmantelamiento de varias canalizaciones del embalse de Sainte-Soline.

Estos enfrentamientos se han convertido en un frente de crisis grave que se asocia a la emergencia del eco terrorismo.

Ecologistas y agricultores de izquierda han denunciado la política hidráulica del gobierno de Emmanuel Macron,

Los ecologistas radicales están bien preparados para el enfrentamiento, le han respondido a la policía con piedras y cocteles Molotov, por lo que esto causo una fuerte respuesta de los agentes.

El ministro del interior, Gerald Darmanin, realizo un pequeño comunicado en el que denuncio el apoyo de la izquierda y de la derecha a la violencia contra los policías.

El ministro también dijo que esta situación es incalificable e insoportable y que nadie debería de tolerar estos ataques por parte de los civiles, por tal motivo el ministro le dio su total apoyo a las fuerzas del orden.